Ahora que lo pienso, como puede ser que con –3º y un viento gélido nos puedan quedar ganas de montar en bici. Por un terreno inhóspito, a casi mil metros de altura. Debe de ser que somos eruditos de la literatura y estamos de homenaje, al gran Camillo José Cela y su Viaje a la Alcarria.
Trepa ha sido hombre de montaña, va bien abrigado. Bangal contento por sus temas profesionales. Tomy está más fuerte que el vinagre. Satelite ha cogido empacho de piedras. Y un servidor no siente las manos.
Un amable camarero nos sirve un café calentito y nos desea lo mejor para nuestra ruta.
La sensación térmica debe de ser de al menos 6 o 7 grados bajo cero. Los charcos parece que están completamente helados y allí vamos 5 colgados a dar pedales durante 65km. Inaudito.
Arrancamos en la gasolinera de Taracena, a las afueras de Guadalajara, en dirección a Lupiana. Superamos un desnivel de 250m que es estupendo para entrar en calor, pero una vez arriba y parados con objeto de reagruparnos, siento que mejor estoy dando pedales porque de otra forma la cabeza y el estómago no se están quietos.
Bajamos a Lupiana y volvemos a subir al páramo. Esta vez por un terreno más roto y que en otra ocasión hubiera sido divertido, pero en esta no estamos para bromas. Vamos apenas 20km y son las 11:30 de la mañana.
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El MTB engancha 